Esta es normalmente la reflexión que hacen muchos negocios cuando les presento mi oferta de una página web para su empresa. No lo tienen en cuenta como una inversión necesaria.
Y han sido esas palabras, que he oído otra vez esta mañana, las que me han animado a escribir este artículo. Con él no pretendo desmontar objeciones, son muy lícitas, pero sí me gustaría al menos darles una vuelta y proporcionar otro punto de vista.
Me gustaría pero es un poco caro
Una página web ya no tiene porqué ser cara. La mayoría de los diseños para una web informativa, una web corporativa o un blog elegante y sencillo se pueden realizar maquetando plantillas con un CMS, es decir, diseños pre-desarrollados con gestores de contenido como Wordpress, Joomla, Drupal… etc. Son sitios autogestionables que ya están optimizados para los buscadores y preparados para trabajar de manera más cómoda tanto la estructura del sitio como el posicionamiento SEO.
Por tanto, el menor tiempo de desarrollo y el ser sitios autogestionables (te evitan depender de tu proveedor si quieres), han abaratado bastante el servicio del diseño web.
Para empezar en este mundo digital, no hace falta tener una página web con dos millones y medio de funcionalidades ni lanzarse a montar un e-commerce. De hecho, mi recomendación es empezar por algo sencillo, un sitio web que respalde tu identidad, que te haga creíble como empresa y que sirva para explicar a qué te dedicas.
Como todo en la vida, lo de caro o barato es muy relativo y depende desde el punto de vista que se mire. El precio por tu servicio web dependerá de cada empresa consultada y también de lo ofertado. Como orientación, para que puedas comparar partidas, tendrías que saber lo qué incluye exactamente el servicio que vas a contratar, cosas como:
- Diseño de la web- Si está adaptado para móviles, optimizado para ciertas palabras clave, si contendrá formularios de contacto, enlaces a redes sociales, galerías de imágenes etc
- Gestión del contenido – Si está incluido en el precio que te proponen o te facilitan la formación para que puedas gestionar los cambios tú mismo.
- Creación del contenido de la web- Si incluye la creación de contenidos nuevos en tu web (por ejemplo en un blog) o te tienes que encargar tú.
- Dominio- Si está incluído el registro, transferencia y renovación.
- Hosting – Si tienes que contratar a parte el lugar donde quedará alojada la página web o se proporciona en el servicio.
Estos datos son una pequeña base para comparar las diferentes ofertas de diseño e intentar ajustar a tu presupuesto. Pero siempre pregunta, pregunta y pregunta cualquier cosa que no te quede clara.
Ya estoy en facebook “que es lo mismo” y gratis
Si bien estar en Facebook, Instagram etc impulsa tu visibilidad, existen razones por las que ésta no debería ser tu única presencia en el medio digital.
Por ejemplo, la posición en las búsquedas a través de Google u otros buscadores resulta diferente. Si alguien busca un producto o servicio, los motores de búsqueda listarán en primer lugar aquellos contenidos que estén en un sitio web antes que los de las Redes Sociales. Es decir, los buscadores favorecen en su ranking el contenido de los sitios web. El contenido de tu página es catalogado por Google, Yahoo o Bing para incluirlo en un índice general de información y así facilitar un resultado, son las archinombradas búsquedas orgánicas.
Los buscadores favorecen los sitios web
A parte, cuando utilizas una red social, estás sujeto a los términos y condiciones de esa red, esos párrafos interminables que no nos leemos nadie y que regulan, entre otras cosas, la propiedad intelectual del contenido que se publica en ellas. Siempre es más conveniente publicar primero en tu página web y después distribuirlo a través de las redes sociales. Es una pena que hayas invertido tu tiempo (que es dinero) en una gran publicación y que estés sujeto a hacer con ella lo que te digan otros. En tu página web tú eres el propietario y eres el que manda.
Algún día, las reglas de la red social pueden cambiar y tener un gran impacto en tu negocio. Eso no lo puedes controlar.
En tu web, tú decides que información puedes agregar y cual modificar o eliminar
¿Y si haces una búsqueda en la propia red social?. Los algoritmos de las Redes Sociales no están preparados para esto. Es complicado, por ejemplo, que Facebook te dé algún valor para una búsqueda concreta porque no funciona con palabras clave, está orientado a buscar personas porque es una red de entretenimiento y ocio.
Y lo de gratis, pues… bueno, es un término que habría que analizar detenidamente. Las Redes Sociales viven de la publicidad y de los datos. El alcance de la página en la red social depende de seguidores, grupos etc a los que muchas veces no llegas si no inviertes en promoción.
Tengo un conocido que hizo una web para su negocio y no le sirvió para nada
En este apartado podría hablar de SEO y SEM (posicionamiento orgánico y de pago) estrategias de marketing digital, definición de objetivos para tu página de empresa...... En definitiva, puro marketing digital, todo muy amplio y especializado.
Tener una página web no es la solución milagrosa a nuestra política de ventas. Para que una web surta los efectos deseados influyen un montón de factores. Google solito ya evalúa las webs con + de 200 factores y eso sólo para tu posicionamiento en las búsquedas. Si todo te va bien en esto del posicionamiento y apareces más o menos arriba, estás ya a expensas de lo que el cliente vea cuando entre en tu web.
Y como a lo mejor todo lo del marketing digital te suena a chino y ponerte a ello es una inversión en tiempo y dinero que ahora mismo no te puedes permitir, te daré un remedio casero o truco a tu alcance. Para empezar es una buena estrategia y quizás no hayas reparado en él:
ponte en el lugar de tu cliente
Lo sé, no te he descubierto América con esta frase, pero es que a veces se nos olvida.
Cuando accedes a alguna página o entras en un establecimiento buscando un producto o servicio, tú, cómo cliente, tienes unas expectativas de producto, tienes unas necesidades de información pero también de empatía con el personal que te atiende. La suma de todas esas cosas es la que te impulsa a la compra.
Si te pregunto como negocio ¿a qué tipo de cliente quieres llegar? probablemente tu primera respuesta lógica sea “a todos”. Y eso desde luego sería genial, pero hoy en día el consumidor está más informado que nunca porque tiene acceso a más datos y su proceso de compra es más largo.
Como probablemente tienes mucha competencia, no queda otra que delimitar ese "a todos" e ir en busca de un cliente ideal. En esto del marketing nos dicen que existe un cliente ideal para cada producto o servicio. Te pongo un ejemplo para explicar ese concepto:
Objetivo: Vender tu producto X
Cliente potencial:
- Hombre
- De 30 a 50 años
- Le gusta el deporte aunque no a nivel profesional
- Le da bastante importancia a su imagen
- Es desenfadado etc
Orienta la información de tu producto X con expresiones, lenguaje e imágenes lógicas para ese rango de cliente. Necesitas conseguir su feeling con tu producto y tu empresa. Atrévete con un blog donde cuentes por ejemplo, siguiendo al cliente anterior, los beneficios de hacer deporte a cierta edad, la nutrición específica para hacer deporte etc. Añade un apartado en el que expliques tu trayectoria, los años de experiencia que tienes en el sector, las marcas de renombre con las que trabajas, un formulario de contacto por si el ciente necesita hacer alguna pregunta..... en fin, todo lo que te gustaría encontrar a tí si estuvieras en su lugar.
Seducimos a través de nuestra imagen profesional, del lenguaje corporal pero también a través de las palabras. Si trabajas tus contenidos, una página web puede convertirse en un vendedor on line de lo más eficaz. No es un trabajo fácil ni infalible, pero orientar tus contenidos adecuadamente es un gran paso para conseguir que tu sitio web funcione.
No, no gracias, somos un negocio pequeño.
Tendemos a pensar que un negocio pequeño o un autónomo que se desenvuelve en un entorno local no necesita una página web, que es un medio que utilizan empresas más grandes porque tienen un mercado más global y porque se lo pueden permitir. Que internet no va a traer más clientes de “esos que compran” y que probablemente te genere más trabajo sin reportar beneficios.
Hasta aquí puedo estar en parte de acuerdo pero la realidad es que, independientemente de tu tamaño o de que seas pintor, abogado, compositor, dermatólogo o fotógrafo, tú también tienes la necesidad de dar a conocer tu trabajo, tus proyectos y tu actividad. No se trata de hacerse más grande de repente sino de aportar más valor.
En tu local estás accesible físicamente, dentro de un horario, tienes un teléfono y un e-mail de contacto pero tu área de influencia sigue siendo tu entorno. Resulta difícil llegar a más clientes porque los que están lejos no pueden ver tu negocio. ¿Sería bueno para tí llegar a más gente?
Seguro que alguna vez has escuchado la pregunta "¿y tienes página web?". Yo lo suelo preguntar porque hay veces que no me cuadran los horarios o llamo y comunica, o quizás el negocio me pilla un poco lejos y no sé si compensa acercarme.
Normalmente todos vamos a la carrera, no nos decidimos enseguida, no recordamos las especificaciones de tal o cual producto y por eso tiramos de internet. Ahora lo normal es buscar en el móvil, ver la ubicación del establecimiento y comprobar si tiene página web. De hecho, me resulta un poco chasco que me digan que no disponen de ella.
Con una web consigues infinitos puntos de venta abiertos las 24 horas y llegar a más público, pero también mejorar la comunicación con las personas que te visitan. Tanto los actuales como tus futuros clientes o los posibles socios comerciales pueden acceder más fácilmente a la información sobre tu empresa, productos y servicios desde cualquier lugar. Además, como cliente me proporcionas facilidades, me ahorras tiempo y eso lo agradezco.
Conclusión
Apostar por un sitio web, aunque seas un negocio pequeño, es un proyecto que merece la pena valorar porque además de servir para explicar a qué te dedicas, transmite tu imagen fiable y profesional y sobre todo favorece tu credibilidad como empresa. Ya no te cuento nada nuevo con lo de "si no estás en internet no existes", es una frase de lo más trillada.
Si bien comenzar un proyecto web no es fácil ni gratis (quien te diga lo contrario no está haciendo honor a la verdad) hoy en día tienes muchas alternativas para plantear su alcance y ajustarlo siempre a tu presupuesto y a tus posibilidades. Definiendo lo que quieres conseguir con él y dedicando un poco de tiempo, te reportará buenos resultados.
Redes Sociales y Página Web: La clave está en el equilibrio entre ambas herramientas.
Los medios sociales deben ser un complemento para tu web, que sirvan para difundir su contenido y generar tráfico a tu página. Te proporcionan una manera muy real de conexión y captación de clientes.
Las redes sociales te permiten aumentar la visibilidad o mejorar la reputación online de tu marca y puedes utilizarlas como una extensión de la atención que prestas a tus clientes. Sin duda, son un gran aliado para tu empresa si las manejas adecuadamente.